jueves, 14 de julio de 2011

desahogo nº1

Esa sensación de electricidad mezclada con una respiración agitada, con una cosa en la guata y la cabeza a mil por hora... Esa desesperación unida a una extraña adrenalina que no logro entender... Creí por un rato que estaba así por el café que me tomé o por el minisusto que pasé ayer, pero no, creo que es una mezcla de cosas que provocó este estado incómodo. 
Supuestamente hoy fue mi último día de clases, de mi segunda carrera estudiada... y me siento tal cuál me sentí cuando terminé mi primera carrera: con una mano adelante y la otra atrás... con nostalgia, varias dudas, pero orgullosa y feliz de haber hecho realidad un sueño.
Los términos me angustian, creo que debe ser por lo controladora que soy. Me gusta tener el control de mi vida y tener todo ordenado (en lo laboral, porque en los otros aspectos cada vez me doy cuenta de que eso no funciona). Este fin ha sido distinto, porque por lo menos estoy trabajando, aunque hasta fin de mes porque las expectativas laborales en donde estoy no son muy buenas, gano poco y no hay mucho a que aspirar, y la idea es comenzar a brillar y abandonar el nido. 
El último término que tuve fue el de mi relación de 8 años. En el momento en el que todo acabó, sentí que el  mundo se me venía abajo, me angustió el sentir que se venía la soledad y todo lo que ella trae. Pero tuve la fortaleza y fortuna de contar con amigos que hicieron del proceso algo mucho más llevadero, y sí, pude y me puse de pie, no me cerré a las posibilidades ni vi el amor con resentimiento, cosa que me alegra ya que estoy con alguien con quién nuevamente he aprendido a creer en el amor. Confieso que extraño a mi ex, bastante, pero no como pareja, como persona... y cada vez me convenzo más de que nunca estuvimos hechos para ser pareja pero sí para ser amigos, partners de corazón... hace un mes que no hablamos y hoy estúpidamente le mandé un mail deseándolo éxito en su fin de semestre, deseándole y enviándole mucha buena onda, lo extraño harto, no creo que responda.
Cada persona es un mundo distinto, y asumo que no soy una persona muy fácil de comprender, pero a la vez me considero bien básica para mis cosas. Uno de mis principales defectos es el miedo a las confrontaciones, por lo mismo nunca me preocupo de solucionar cosas, de cobarde, miedosa, no sé, pero evito todos esos tipos de momentos que pueden llegar a convertirse en algo muy desagradable y por lo mismo me alejo cuando pasa alguna cosa de ese tipo. Otro defecto que tengo es ser muy sincera, no es que sea malo serlo. En mi caso la sinceridad va por un tema de no poner caras cuando ando en un día idiota, o no saludar si no tengo ganas, lo que puede llegar a ser bien desagradable, pero la poca gente que se ha dado el tiempo de conocerme sabe como manejar eso y sabe cuándo no pescarme y cuando sí. Es complejo entenderme y me cuestiono en qué hago mal, para intentar cambiarlo. En relación a eso hay un caso en particular que me quedó rondando en la cabeza porque nunca entendí las razones de la mala onda enviada desde una mina hacia mi, en un comienzo caché que era por las notas, de ahí no entendí más y opté por lo sano para mi, alejarme, sabiendo que nada malo había hecho pero al alejarme como que me autocastigué por así decirlo... no sé si habrá sido la mejor alternativa, en fin, que fluyan las cosas. Lo más seguro es que en algún momento de impulsividad me de por preguntarle la razón de su actitud rara hacia mi. 
Todo fin obviamente trae un inicio, mi plan es intentar ver esto como el cierre de otra etapa en mi vida, y comenzar otra desde cero. Mi idea es no tener miedo, es aprovechar al máximo todo, es no arrancarme de los problemas, es no tener miedo a la soledad. 
Valoro mucho a la gente que tengo alrededor, creo que es hora de volver a mostrarles lo importantes que son, cuidarlas e intentar incorporarlas de vuelta a mi mundo.